sábado, 10 de abril de 2010

Terremoto en Chile

Tenía la secreta esperanza que Sebastián Piñera no resultara electo presidente. Suponía el estilo de gobierno que impondría. Y de quienes se rodearía. En lo personal mi único contacto personal con él había sido cuando compró LADECO. Apenas asumir anuló un contrato que había hecho con esa línea aérea después de casi un año de negociaciones. Contrato que en ese momento significaba US$120.000 para mi. Por supuesto él no habló conmigo; se limitó a suprimir los convenios.

Nada nuevo. Conocía la forma de conseguir dinero de Sebastián; sin escrúpulos, obteniendo información privilegiada, utilizando sus contactos y lanzándose a la piscina. Ni siquiera intenté una acción judicial.

Ahora es presi del país. Siento que me atropellaron, pero eso es la democracia. Tendré que aprender a vivir en el mismo país con el hiperventilado. Aunque económicamente me da igual quien sea presidente, me molesta la forma en que actúa, lo que dice, los gestos inorgánicos que realiza involuntariamente. ¿Qué otras cosas hará involuntariamente? Tengo la impresión de que en cuanlquier minuto la embarrará. Que meterá a los numerosos integrantes de su familia en asuntos de estado. Como pidió a Cristina Fernández en Buenos Aires que le cuidara al Negro.
No tengo duda alguna que su ansiedad lo traicionará, perjudicando al país.
No me llama la atención ese 52% que lo votó; piensan poco y mal. Suponen que la viveza personal empleada en sus negocios beneficiará al país.

Antes de dos años dirá que cuatro años es poco y no alcanza para hacer todo lo que él quiere lograr para Chile.Y querrá más, porque es anguliento en extremo.

El terremoto no fue el de 8.8º, fue la elección de Piñera.

Archivo del blog