Chile buho.-
Como cada fin de año - o principio - los chilenos se
aglomeran en lugares donde los fuegos artificiales reemplazan a los astros que
le titilaban a Neruda.
Toneladas de pólvora coloreada hacen las delicias de
los adictos a la contaminación química, acústica y atmosférica, cayendo sobre
miles de santiaguinos, en pleno centro
Torre Entel hasta comunas periféricas.
El año nuevo en el mar contamina la costa desde el
puerto hasta Concón.
Espectáculos perfectos para el chileno buho, que se
limita a mirar. Es que el país cambió, hubo un antes y un después.
Sí, ahora es más moderno. En vez de continuar
disfrutando de caminos financiados a través del MOP, se pasó al de camino por pagar o pagando y pagando. El
aire, que pensábamos era nuestro, ahora nos lo cobra la empresa cableoperadora,
el acceso a Internet y la telefonía móvil.
Súper moderno.
Y sin darnos cuenta nos atropella el rally Dákar:
miles de motos, autos , camionetas, camiones y otros, que en el siglo pasado
iban de París a Dákar, hoy intervienen desiertos y transitan caminos cual
ejército de ocupación ante el asombro de peruanos, chilenos y argentinos, sin
pasar ni cerca de ninguna de las dos ciudades.
Más moderno qué. Se abrirán las anchas alamedas para
que transite el hombre libre, vaticinó el presidente Allende en su última voz
pública.
Cerrada la principal avenida de Santiago para que los santiaguinos adoren a la máquina,
para que admiren sus piezas, sus fabricantes y sus combustibles.
54 cambios en recorrido del Transantiago, importantes
cambios en el horario del Metro y con el centro de la capital de Chile, sitiada
por las máquinas y sus adoradores, él, premia a los ganadores en el propio edificio La Moneda.
Enero culmina con reunión de la Unión Europea con los
países de américa y el caribe.
La UDI –el partido de la dictadura de Pinochet- exige
a Piñera que emplace a Raul Castro sobre presuntos implicados en el caso Jaime
Guzmán. Y él, bien mandado que es, dice que bueno.
Nadie le pregunta por qué no pidió a Ángela
Merkel entregar a la justicia chilena, al pederasta y violador Halmut Hopp
fugado de Chile y actual residente en Alemania. Tampoco incomodó a Merkel con
el caso del violador del liceo alemán de Santiago, quien está protegido por su
estado.
Menos nuestro Krozty incomodaría a E.E.U.U. pidiendo
al presunto asesino de Víctor Jara.
Todos ellos, crímenes cometidos en Chile y que
deberían juzjarse y castigarse en el país, tal cual exigiera él cuando se
detuvo a Pinochet en Londres.
Mientras tanto, el país buho sigue en lo suyo:
comprando, endeudándose y mirando.