miércoles, 26 de diciembre de 2007

Modernismoh Oficioso

(Columna de Jorge Sasía publicada en el Diario Fortín Mapocho el sábado 17 de junio de 1989 siendo Presidente del Directorio Jorge Lavandero.)

Todavía hay chilenos que ponen en duda que el país esté viviendo una etapa de modernismoh. Y dan al menos un par de argumentos: recuerdan que no hay nada más opuesto a lo moderno que lo militar y hacen mención a la avanzada edad de los principales conductores de la dictadura.

Pero hay más.

Nunca antes habían estado en riesgo de extinción tantas especies de la fauna marina. Y eso es moderno.

Nunca antes se había alterado tan brutal e irracionalmente la naturaleza nativa. Y eso es moderno.

Nunca antes se habían contaminado tanto los ríos lagos y mar. Y eso es moderno.

Nunca antes los habitantes de las principales ciudades habían respirado un aire peor. Y eso es moderno.

Cierto por otra parte, que la manera en que las actuales autoridades se mntaron en el país es harto antigua, como también el exilio, la tortura, las ejecuciones, los desaparecimientos de personas, la discriminación por motivos sociales, políticos o de conciencia.

En el lado de lo moderno estaría, por ejemplo, un cierto cambio en el gusto de los chilenos; ahora también consumen prostitución infantil: niños y niñas menores de diez años. Gusto que se suponía exclusivo de algunos países árabes o asiáticos, es satisfecho diariamente en diversas calles de la capital, compitiendo en modernismo con el uso de cajeros automáticos de los bancomáticos, los computadores personales y los juegos de video.

En los últimos días la capital del modernismo se encuentra sumergida en lo que es mierda, mierda moderna claro, y las autoridades anuncian su intención de ampliar los aeropuertos, la multiplicación de grandes frigoríficos y el consiguiente aumento de camiones llevando productos de exportación desde donde se producen al packing, desde ahí al frigorífico hasta llegar finalmente al aeropuerto marítimo o aéreo.

También anuncian su intención de luchar frontalmente en contra de la contaminación sin explicar de qué forma se pretende disminuirla aumentando las fuentes contaminantes. Esto confirma que son tan chilenas como el que más y por lo tanto incapaces de relacionar causa con efecto.

Con tanto modernismoh suelto por ahí, con una hache de este porte, las generaciones futuras se van a quedar sin la parte que les correspondía. Habrá que explicarles que sus antepasados se cargaron varios recursos naturales debido a que era lo brutos de modernos. Con lo cual, desde luego, no se revivirá a ningún recurso natural.

Si se ve como moderno el mirar en menos a países vecinos, el dárselas de líderes, aplicar la última tecnología para acabar mas rápido con un recurso, ésta sería una de las administraciones que más modernismo ha perpetrado.

Ahora, si lo moderno es la integración, la no discriminación, la promoción del valor del ser humano, el respeto y promoción de la diversidad humana como contrapartida a la uniformidad, la cosa cambia.

De tanto modernismo se mantiene a las minorías étnicas marginadas de su propio desarrollo, sin institutos culturales chileno aymara, pascuense, mapuche,

En verdad lo moderno es buscar formas de vida menos contaminantes que las actuales. El desarrollo de tecnologías de navegación - en lagos y mar - que alteren lo menos posible el ecosistema.

Y dejar de perseguir fantasmas ideológicos con el pretexto de proteger a la población.

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