El fulminante incendio que destruyó la casa de Miguel Astorga ocurrió el sábado pasado. Las campanas al vuelo tañeron por el fallecimiento de Adolfito y también avisaron a los comuneros de la emergencia que se vivía en la casa siniestrada. En su interior se encontraban, la señora de Miguel Astorga y el nieto menor, Marquito. La heroína fue Jazna Toledo, quien logró sacar a ambos fuera del incendio.
Casi un centenar de comuneros llegaron al sitio del suceso sin que pudieran hacer otra cosa que evitar que las llamas alcanzaran un bosque de eucaliptus, limitándose luego a ver como la casa se consumía completamente, destruyendo todas las cosas de la familia-
El origen estuvo en una mala c
onexión del calefactor a leña, iniciándose las llamas en el techo.
Lo que dejó el siniestro.-
Afortunadamente solo hubo daños materiales. El suceso permitió darse cuenta de la fortaleza de la acción comunitaria. Nadie dudó un segundo en trasladarse a la casa de Miguel a colaborar, aunque fuera con su sola presencia. La unidad se manifestó por completo. Comuneros con rostros acongojados pero decididos arroparon a los afectados como si de una familia se tratase. Nadie puso sus intereses por sobre lo ocurrido.
Un ejemplo que demuestra como los comuneros de Caleu están unidos cuando la necesidad lo requiere-
Lo que faltó.-
Los bomberos de El Llano de Caleu, concurrieron en sus vehículos particulares debido a que los dos carros bomba se encontraban con problemas mecánicos.
Un carro de Tiltil, otro de Montenegro, uno de Huertos Familiares, más una camioneta de comandancia alcanzaron a llegar al lugar, superando las dificultades de distancia y mala calidad del camino.
Faltó mayor coordinación en los procedimientos: elementos como palas, picotas, guantes, cascos estuvieron ausentes.
En este caso poco se podría haber hecho aún contando con ellos, sin embargo hay que trabajar más en la organización de la respuesta.
La ayuda a la familia para retomar su ritmo habitual llegó rápido de muchas manos. La comunidad manifestó su solidaridad oportuna y generosamente.
Hay valores intactos en Caleu.
Casi un centenar de comuneros llegaron al sitio del suceso sin que pudieran hacer otra cosa que evitar que las llamas alcanzaran un bosque de eucaliptus, limitándose luego a ver como la casa se consumía completamente, destruyendo todas las cosas de la familia-
El origen estuvo en una mala c
onexión del calefactor a leña, iniciándose las llamas en el techo.Lo que dejó el siniestro.-
Afortunadamente solo hubo daños materiales. El suceso permitió darse cuenta de la fortaleza de la acción comunitaria. Nadie dudó un segundo en trasladarse a la casa de Miguel a colaborar, aunque fuera con su sola presencia. La unidad se manifestó por completo. Comuneros con rostros acongojados pero decididos arroparon a los afectados como si de una familia se tratase. Nadie puso sus intereses por sobre lo ocurrido.
Un ejemplo que demuestra como los comuneros de Caleu están unidos cuando la necesidad lo requiere-
Lo que faltó.-
Los bomberos de El Llano de Caleu, concurrieron en sus vehículos particulares debido a que los dos carros bomba se encontraban con problemas mecánicos.
Un carro de Tiltil, otro de Montenegro, uno de Huertos Familiares, más una camioneta de comandancia alcanzaron a llegar al lugar, superando las dificultades de distancia y mala calidad del camino.
Faltó mayor coordinación en los procedimientos: elementos como palas, picotas, guantes, cascos estuvieron ausentes.
En este caso poco se podría haber hecho aún contando con ellos, sin embargo hay que trabajar más en la organización de la respuesta.
La ayuda a la familia para retomar su ritmo habitual llegó rápido de muchas manos. La comunidad manifestó su solidaridad oportuna y generosamente.
Hay valores intactos en Caleu.
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