Uno pensaba que los avances económicos en Chile irían superando soluciones que parecieron buenas en el pasado, para llegar a algo más definitivo.
Pero no.
Un ejemplo claro es lo ocurrido con la mediagua.
El cambio de nombre de la antigua CORVI al SERVIU no trajo los cambios requeridos para estos nuevos tiempos.
Para empezar las casas Corvi se mantienen porfiadamente funcionando, en pie, sin grietas, sin que les entre agua por arriba, ni por abajo ni por lado alguno. Amplias y confortables superan las soluciones habitacionales del siglo XX.
En el gobierno militar nacieron las casetas sanitarias, muy necesarias por lo que ocurría en el país en aquella época.
Y uno creía que con el advenimiento de este nuevo sistema de administración del estado que todavía algunos insisten el llamar democracia, en vez de partitocracia o patoterismo, las cosas cambiarían para mejor y las soluciones habitacionales, por ejemplo, serían definitivamente eso.
No.
Convertida la vivienda social en puro negocio para las constructoras, las inmobiliarias y para aquellos políticos que financian sus plataformas de campaña con recursos provenientes de ese mismo negocio, el resultado está a la vista.
Se debieran construir más casetas sanitarias.
Si en el gobierno militar se utilizó la erradicación de personas para evitar la mescolanza de ricos con pobres en convivencia territorial, ahora se avanzó abriendo el asunto social a los grandes negocios. Casi mejores que explotar minas de plutponio, pero esta vez a costa de los pobres y sin necesidad de explorar ni de invertir mucho capital.
Con el terremoto en el norte quedo calato el asunto. Antes se asomaban con "un techo para Chile", con el remezón de noviembre reaparecen en gloria y majestad las humildes y despreciadas mediaguas.
Como solución transitoria, dicen, una vez más, que los que aún conservamos algo de memoria sabemos cuanto tiempo significa la expresión en Chile.
Brusco regreso al pasado. Ojalá volvieran a construir casas de igual calidad y espacio que las antiguas CORVI.
Con la educación está ocurriendo algo similar.
En el gobierno militar se abrió como negocio y la concertación lo está mejorando. No para los que estudian, claro, que eso sería bueno, sino para empresarios medio rascas capaces de iniciar universidades en pequeños espacios. Algo así como empresas educacionales en miniatura en donde gracias a aporte de dineros de todos nosotros producen titulados completamente inútiles para el país y que luego deberán dedicarse a trabajar en cualquier cosa menos en lo que estudiaron.
El último acuerdo gobierno oposición graficado en esa memorable imagen donde aparecen en el congreso tomados de las manos en alto como si hubieran descubierto algo muy importante.
Cambiaron algunos nombres, volvieron a los seis de prepa - básica, dicen ellos - y seis de secundaria y establecen una mayor fiscalización a los sostenedores - en verdad empresarios con fines de lucro, aunque lo nieguen. -.
¿Tan difícil resulta darse cuenta que el estado sólo debe subsidiar o financiar aquellos obreros, técnicos, profesionales que el país necesita?
Con el sistema vigente el estado se encuentra financiando la formación de cesantes que el día de mañana van a pasar la cuenta apenas se den cuenta que no hay campo ocupacional.
Los periodistas entrevistan ya se andan entrevistando entre ellos y las empresas contratan periodistas para que laven su imagen ante la opinión pública.
Nos estamos llenando de sicólogos ante la mala administración de la sociedad que genera insatisfacción casi generalizada.
¿Dónde están los científicos capaces de producir energía a partir de lo que tenemos? El 10% de los volcanes del planeta se encuentran aquí pero compramos gas a argentina y luego traeremos de Indonesia.
En Tiltil está uno de los más grandes basureros del país - ellos le dicen vertedero - pero no se produce bío-energía, teniendo la comuna una Empresa Eléctrica Municipal con los precios más altos de Chile.
¿Dónde está el plan maestro para subsidiar estimulando de ese modo la producción de energías alternativas?: la eólica, la térmica.
Parece más fácil destrozar los ecosistemas haciendo centrales en los ríos y abasteciéndose en el exterior.
Esta neoup trajo al siglo XXl las filas con el transantiago, ejemplo perfecto de que otra cosa es con guitarra.
No solo eso, hicieron puré lo que mejor funcionaba en la capital, el tren subterráneo. Y para demostrar lo democráticos que son, basurearon a los congresistas que no siguieron aprobando recursos para un sistema de transporte mal diseñado y peor ejecutado, amenazándolos con quitarles el cupo.
La soberanía reside en los ciudadanos.
En el terremoto del norte se les ocurrió la novedosa idea - al parecer desde
Y ante la desorganización en la entrega de ayuda a los damnificados recurrieron al envío de más carabineros y de importante contingente del ejército.
Si alguien lo hubiera vaticinado antes del 1990 todos habrían dicho que estaba loco.
Con el precio del cobre más alto en su historia - superó les 3 dólares la libra - y un alto montón de millones de dólares de excedentes el gobierno los mantiene en el exterior. En vez de hacer inversiones para el futuro antes que pase la bonanza.
Por ejemplo, un tren de alta velocidad entre Arica y Puerto Mont para descentralizar de verdad y evitar que la zona central se siga engullendo todo lo que producen las regiones.
Por el contrario, se invirtió en autopistas en la capital para que aumente la cantidad de automóviles, la contaminación y el CO2.
Se está gastando el dinero de todos en subsidiar con mas de un millón de dólares diarios un sistema de transporte que en vez de hacer la vida de los capitalinos mejor la está empeorando.
Gastos para subsidiar a las empresas transnacionales con el pretexto de ayudar a los pobres.
La bonanza no durará mucho y cuando venga una recesión mundial los ahorros no van a volver al país.
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